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Acerca de Musicalecer - CJFV

La música es una pasión... incluso para un músico de alcoba como yo. Otros idilios: Informática, cine, literatura.

El fin de Finale

El veterano software de notación musical Finale nos ha dejado

Hace algunos años —el 15 de febrero de 2020— presentaba y publicaba en Musicalecer el Manual de Finale 2011.

El mítico Finale [https://www.finalemusic.com/]… Un programa de notación musical de MakeMusic, Inc. [https://www.makemusic.com/] —antes Coda Music Technologies—, que no necesitaba presentación: raro el compositor o músico que no lo conociera o, al menos, le sonara, y supiera de su excelencia para escribir, ejecutar, imprimir y publicar partituras.

Otra cosa, claro, era saber utilizarlo. De ahí el manual, un proyecto, confieso, egoísta: de un plumazo podía atender a todos los músicos que conocía y me asaltaban a cualquier hora —en su sentido más exasperante. ¿Los músicos no duermen?— con preguntas urgentes: «¿Cómo se hace…? ¿Qué hago si…?» y otras por el estilo..

Pero nada es eterno —o eternamente rentable—. MakeMusic, Inc. anunciaba en su web el fin de este veterano software 35 años después de su lanzamiento.

¿Sorpresa? No, se veía venir. Su última versión, Finale v27, publicada en junio de 2021, desaparecía del catálogo de MakeMusic a finales de agosto de 2024, poco después de la actualización v27.4 en noviembre de 2023; además, se informaba de que el soporte técnico finalizaría el 25 de agosto de 2025.

Eso no quiere decir que no pueda seguir utilizando mi Finale «de toda la vida», aunque sea la versión del 2008 o del 2011 y que, por lo que sea —¿tacañería?—, no haya ido actualizando. Seguirá funcionando perfectamente mientras los nuevos sistemas operativos —Windows o Mac— que vayan apareciendo lo permitan. Pero, en cuanto lancen una nueva versión con la que no sea compatible, dejará de funcionar.

Además del clásico agradecimiento a los usuarios de Finale por su fidelidad durante todos estos años, propone una alternativa clara: DORICO, el software de notación de Steinberg [https://www.steinberg.net/es/]. Y para «facilitar» la transición ofrecen el paso a Dorico Pro 6 por 149 dólares —un 75% de descuento— a fecha de este artículo.

Acuerdos comerciales aparte, me parece justo añadir otros programas que ofrecen, en mayor o menor medida, prestaciones similares.

Crescendo Music Notation

Editor de partituras sencillo y gratuito. Es un poco básico, pero cumple bastante bien, según las necesidades que tengas como músico.

Guitar Pro

En este caso, se trata de una herramienta multipista para la creación y edición de partituras diseñado inicialmente para guitarristas, aunque, actualmente sirve para todo tipo de instrumentos.

MuseScore

Opción muy popular y gratuita. Permite crear, reproducir e imprimir partituras con calidad prácticamente profesional.

Noteflight

Servicio en línea para crear y editar partituras desde el navegador. Simplemente, lo incluimos como una opción más.

Sibelius

Programa de notación de Avid, la compañía responsable de Pro Tools —no necesita presentación—. Compite en la misma liga que Finale y Dorico..

TuxGuitar

Orientado a la edición multipista de tablaturas para guitarra. Si eres guitarrista es una buena alternativa a tener en cuenta, aunque no compite con los tres grandes mencionados.


Reflexión final acerca del fin de Finale

De algún modo, sean cuales sean los motivos que han propiciado la discontinuidad de Finale, me produce cierta tristeza… Me acompaña desde hace tantos años que incluso podría utilizarlo con los ojos cerrados —y los oídos abiertos—. Si quiero hacer algo, lo hago; sé que es posible.

Quizá se ha quedado atrás respecto al resto de competidores. Ahora, se les exige que, además de ser potentes y eficaces, sean atractivos, vistosos, amigables y sencillos de utilizar, relativamente. El síndrome de lo inmediato —si se me permite tal expresión— que padecemos. Casi todos.

También, atacan por otro frente:. La rápida —vertiginosa— evolución de los sistemas operativos —ahora con la IA de abanderada— implica la publicación periódica de actualizaciones que, además de solucionar problemas y errores internos, garanticen su compatibilidad con éstos;. Supongo que ya no es rentable. Es lo que importa.

Por supuesto, la lucha por la novedad no se detendrá jamás —salvo un cambio radical en la atrofiada conciencia colectiva— porque lo más nuevo se traduce en una mayor cuota de mercado y ésta en dinerito. Y, dado que estamos a merced de esos sistemas —en general, de quien posee el dominio de la informática o una parcela de esta—, sufro, a menudo, esa desagradable sensación de vivir en un pródromo infinito.

En fin, que hacía mucho que no escribía artículos aquí y el fin del Finale es una buena, aunque triste, excusa para ello.

Flaquezas en la producción musical

A veces, sea por el motivo que sea —si la suerte hace que solo sea uno—, cuesta hacer las cosas; como, en mi caso y desde hace unos años, abordar cualquier nuevo tema. Suele suceder, tal vez, cuando sabemos de antemano que algo va a ser complicado, dificultoso y porque tenemos la total seguridad de que desde el mismo momento en que comencemos a escribir las primeras líneas no vamos a terminarlo nunca porque siempre —da igual cuánto uno hubiese escrito— estará incompleto. Además de otras circunstancias personales que no vienen al caso.

Es cierto que esa desesperante sensación me ha invadido y corroído en cada uno de los temas que conforman este pequeño mundo de Musicalecer pero esta vez es diferente: Ahora viene acompañada de una ponzoñosa flaqueza del ánimo —que ya se prolonga demasiado en el tiempo—.

La verdad, a poco que haga memoria y consulte mis notas, es que no quedan tantos temas pendientes —éste y dos más— para finalizar lo que he planteado como una primera fase de Musicalecer: el sonido, el sonido digital, el sistema MIDI, el equipo de producción musical básico —el capítulo más extenso e ingrato— y el software musical imprescindible. Mediante los apéndices he intentado ampliar o completar alguno de los conceptos tratados por una rara manía que tengo de explicar las cosas de la mejor manera que sé. Pero, como he dicho, ahora me cuesta.

Y si ya pienso en la segunda fase, centrada ya en el propio proceso de producción musical, es decir, grabación, edición, mezcla, masterización y publicación del producto final, siento que una pesa de doscientos cincuenta quilos con quinientos gramos me oprime el pecho y casi me impide respirar. Aunque, también es cierto, tengo tiempo de sobra —supongo— y ganas no me faltan —la intención está ahí— para hacerlo…

En resumen —y porque los más avispados ya lo habrán intuido—, esto no es sino una mera disculpa con una petición implícita, cuando no ruego, de perdón a todos los que siguen este espacio, a los que acceden de vez en cuando para consultar y a los que, simplemente, entran para curiosear, por haber perdido el ritmo, por haberme saltado compases y por haber desafinado un poco.

No obstante, mi compromiso con Musicalecer —y con todos vosotros— sigue inalterado y prometo que este modesto espacio dedicado a la producción musical seguirá creciendo y actualizándose, dentro de lo sea posible. Aunque sea con un tempo más pausado de lo que era habitual.

Gracias a todos por vuestra comprensión. [Doy por hecho que cuento con ella, claro].

Propiedades acústicas y magnitudes (Modificaciones)

El veintinueve de diciembre de 2012 se presentaba Propiedades acústicas y magnitudes, capítulo contenido en el tema principal, El sonido.

Trata sobre algunas propiedades del sonido que todo productor musical, por modesto que se considere, debería conocer (aunque sólo sea por mera curiosidad): Resonancia, reflexión —incluye reverberación, eco y modos— difracción y refracción. También, se describen algunas magnitudes interesantes: Intensidad del sonido, potencia acústica, presión acústica, nivel de intensidad acústica, nivel de potencia acústica y nivel de presión sonora; además, qué es la sonoridad —y sus unidades, el son y el fon o fonio—, y el nivel de sonoridad. Y, porque es inevitable su mención, el famoso y omnipresente decibelio.

Es curioso, cuando están juntas, lo mal que envejecen, en algunos casos, las palabras y, en otros, lo escasas que se quedan. A veces, se vuelven confusas…

No fue cosa mía sino de una lingüista que contactó conmigo. Solicitaba, por interés profesional, que hiciera unos pequeños retoques aquí, otros allá, que revisara el contenido de un par de títulos y, en particular, que ampliara el dedicado a «Las curvas isofónicas». Tenía una gran curiosidad por este tema.

Al principio no entendí qué interés podía tener para una disciplina como la suya, a priori tan diferente, pero me habló de la cantidad de grabaciones que realizaba para luego analizar expresiones, fonética, variaciones en la pronunciación, construcciones propias de la lengua hablada, etcétera; y de algo tan complejo —para mí— como es el procesamiento del lenguaje para su posterior comprensión por parte de una máquina (inteligencia artificial). Al final, comprendí que, de un modo u otro, todo está relacionado. ¡Qué fácil es caer en el engaño de creerse ajeno a los demás!

Muchas gracias, querida Julia. He aquí las prometidas —y muy comentadas contigo—modificaciones, espero que como pedías: con rigor pero, a la vez, con la sencillez que, como dices, es marca de la casa y tanto te gusta —retoques aparte—.

Puedes acceder directamente haciendo un [Clic] en los enlaces aquí contenidos o, si lo prefieres y siempre que quieras, desde la página El sonido > Propiedades acústicas y magnitudes.

El espacio físico (Modificaciones)

El cinco de junio de 2013 se publicaba El espacio físico, un capítulo incluido dentro del amplio tema El equipo digital que se centraba en el modo de acondicionar el local que va a constituir nuestro estudio de grabación casero para conseguir un ambiente o entorno acústico aceptable, tanto para la grabación como para la mezcla y masterización. Empezando por sus dimensiones óptimas.

Y he aquí que, años más tarde, un curioso lector advierte un error… Al principio, incrédulo, uno tiene que asimilar que, pese a todos sus esfuerzos, empeño y escrupulosidad, se ha equivocado no en uno, sino en varios datos.

¡Manos a la obra!

El título «Las proporciones del local», errores aparte, no estaba redactado con la claridad que se pretende en cada tema de Musicalecer. Lo primero, tras asegurar que se corregía el error en la identificación del eje de abscisas, que recoge los ratios de la anchura del local en relación con su altura (H/A), fue rehacer completamente su redacción y añadir, además, un ejemplo. También, corregir la ilustración del gráfico del “Área de Bolt”, que incluía un error tipográfico.

Por último, después de releer unas cuantas veces —muchas— el texto, se ha retitulado como “Las dimensiones del local”: la proporcionalidad sólo es, digamos, una característica deseable.

Muchas gracias, Kevin, primero por tu apreciación —se ve que eres una persona atenta y meticulosa— y, después, por tu generosidad: Muy pocos estarían dispuestos a perder un poco de su tiempo para comentarlo.

Puedes acceder directamente haciendo un [Clic] en los enlaces aquí contenidos o, si lo prefieres y siempre que quieras, desde la página El equipo digital > El espacio físico.

Guitarras y bajos virtuales

Con este capítulo continuamos la serie dedicada a los instrumentos musicales iniciada en el anterior y que, con toda seguridad, formarán parte de nuestro estudio.

Tanto si queremos adquirir una guitarra virtual como un bajo virtual debemos fijarnos en algunas características que influyen en su calidad y, por lo tanto, en el resultado final de nuestros proyectos.

La guitarra suele sumarse y asociarse a los elementos rítmicos que forman parte de un tema o canción pero, en muchos casos, adquiere más que un protagonismo evidente cuando desarrolla un riff contundente y destacado o cuando afronta un solo. Es un instrumento difícil de emular, tal vez más que ningún otro —es tan común que todos estamos familiarizados con su sonido y timbre—… (Seguir leyendo…).

El bajo… la base… ¿De verdad existen canciones sin bajo? Alguna habrá, no lo dudo, pero lo que es seguro es que necesitamos contar con un bajo de calidad —cuando no varios— entre nuestros instrumentos principales. (Seguir leyendo…).

Como se apunta en la presentación del tema y en el propio capítulo, nos inclinaremos por los instrumentos musicales basados en software; es decir, bajos y guitarras virtuales: más versátiles, más fáciles de tratar y, sobre todo, más asequibles que los reales. (Seguir leyendo…).

Puedes acceder directamente haciendo un [Clic] en los enlaces aquí contenidos o, si lo prefieres y siempre que quieras, desde el menú ‘El equipo digital’ > ‘Aparatos e instrumentos’ > ‘Instrumentos musicales’ > ‘Guitarras y bajos virtuales‘.

Conexiones MIDI: Tipos, medios y modos (Modificaciones)

Desde su publicación, el cinco de mayo de 2013, el tema dedicado al sistema «MIDI» no ha parado de recibir consultas. No es de extrañar: la creación, edición y producción musical tal y como la conocemos hoy en día sería impensable sin esta herramienta.

Tras la publicación del capítulo «Conexiones MIDI» el interés y la curiosidad —el número de visitas— aumentó de manera notable. Y a fuerza de responder consultas hubo que rehacer, reorganizar y actualizar su contenido. Así se anunciaba el veinte de febrero de 2021.

Y hoy, de nuevo, se actualiza este capítulo. Porque es necesario incluir unos aparatos que, en su momento, quedaron olvidados: Los Dispositivos USB MIDI HOST.

Asumimos la culpa: La solución para el problema planteado en una de las últimas consultas era, precisamente, utilizar uno de estos aparatos que quedaron pendientes de describir.

Puedes acceder directamente haciendo un [Clic] en los enlaces aquí contenidos o, si lo prefieres y siempre que quieras, desde la página ‘MIDI’ > ‘Conexiones MIDI’.

Baterías y percusión virtuales

Este capítulo inicia una serie dedicada a los instrumentos musicales, que, con toda seguridad, formarán parte de nuestro estudio.

La sección rítmica y de percusión, con la batería a la cabeza, es esencial en cualquier estudio de grabación y producción musical, sea profesional o casero (home studio) y sea cual sea el estilo de música al que se dedique con preferencia.

No se concibe un DAW que no cuente entre el software que incluye de serie o integrado como complemento (plug-in) adquirido aparte con, al menos, una batería compuesta por varios juegos de sonidos diferentes (Kits), elementos de percusión de todo tipo y bucles (loops) de patrones rítmicos optimizados para incorporar directamente a nuestras producciones musicales.

Como se deduce del título —y también se apunta en la presentación del tema—, nos centraremos en los instrumentos musicales basados en software; es decir, las baterías y elementos de percusión virtuales: más versátiles, más fáciles de tratar y, sobre todo, más asequibles que los reales. (Seguir leyendo…).

Puedes acceder directamente haciendo un [Clic] en los enlaces aquí contenidos o, si lo prefieres y siempre que quieras, desde el menú ‘El equipo digital’ > ‘Aparatos e instrumentos’ > ‘Instrumentos musicales’ > ‘Baterías y percusión virtuales”.

Conexiones MIDI: Tipos, medios y modos (Modificaciones)

El cinco de mayo de 2013 se publicaba «Introducción al MIDI», primero de los capítulos dedicados al tema «MIDI».

Musicalecer pugnaba desde hacía años por hacerse un hueco en este espacio infinito —casi— que es Internet, abriéndose camino despacio y sin empujar. Ignoraba cuántos acechaban, expectantes, ávidos de saber algo más sobre MIDI.

Desde la publicación, pocos días después, del capítulo tercero, «Conexiones MIDI», el número de visitas comenzó a incrementarse, las consultas —la mayoría, por su extensión, en privado— se sucedían y esperaban pacientemente (creo) su turno.

Conexiones MIDI Estándar DIN 5 pines

Parecía como si Musicalecer versara sólo sobre MIDI…

Pero no. No era este su único empeño. Así que, sin dejar de atender —por descontado— a los MIDI-curiosos, porfió en su proyecto inicial. Y aún sigue…

No obstante, últimamente algo estaba fallando en las «Conexiones MIDI»: Demasiadas sugerencias, amonestaciones —siempre prudentes y respetuosas— y cada vez más consultas sobre puntos no tratados. Después de haber reflexionado un poco (mientras me rascaba distraídamente la calva coronilla que cuatro pelos tratan de disimular) la conclusión era evidente: había quedado desfasado.

—¡Es el momento de actualizar este capítulo y organizarlo mejor! —dije—.

Puedes acceder directamente haciendo un [Clic] en los enlaces aquí contenidos o, si lo prefieres y siempre que quieras, desde la página ‘MIDI’ > ‘Conexiones MIDI’.

Otros controladores MIDI

Este post presenta la última entrega del fascinante tema 8, «Dispositivos controladores», que está dedicado a otros controladores MIDI no incluidos en los capítulos precedentes.

La mayoría son dispositivos muy conocidos, de uso común y extendido, aunque con funciones muy distintas a las que aquí nos interesan. Otros, en cambio, son aparatos verdaderamente raros y no se conciben sino para el escenario y el espectáculo.

Tabletas y móviles: También con funciones MIDI

En cualquier caso, nos interesan por sus aplicaciones MIDI y no por las que le son propias. (Continuar leyendo…).

Estos dispositivos controladores MIDI menos comunes (o, mejor dicho, menos tradicionales) se describen también, muy brevemente, en el título Otros controladores MIDI contenido en el capítulo 4, “Dispositivos MIDI”, dentro del tema 3 “MIDI”.

Puedes acceder al capítulo haciendo un [Clic] en los enlaces aquí contenidos o, si lo prefieres y siempre que quieras, desde la página ‘El equipo digital’ > ‘Dispositivos controladores’ > ‘Otros controladores MIDI’.

MPC de Akai y MASCHINE de Native Instruments

En este post presentamos los emblemáticos MPC de Akai y Maschine de NI.

Estos aparatos (¿o son instrumentos?) se han ganado un puesto bien merecido en el mundo de los dispositivos controladores debido a lo siguiente:

  • Integran secuenciador, cajas de ritmo, sintetizadores, un sistema MIDI completo y la posibilidad de muestrear sonidos (sampler).
  • A través de sus salidas MIDI pueden controlar una gran variedad de dispositivos, además de su propio software específico. Y mucho más.

Es decir, un único producto con el que podemos crear, editar, secuenciar, arreglar mezclar, añadir efectos, etcétera; y, además, es un excelente dispositivo de control MIDI compatible con la mayoría de aparatos, instrumentos y DAW actuales.

Ambos, MPC y MASCHINE, permiten realizar, prácticamente, las mismas tareas, pero se diferencian en la forma o el modo que emplean para conseguirlo. No obstante, la tendencia actual es que se aproximen tanto en diseño como prestaciones.

Son máquinas de sobra conocidas en el ámbito de los DJs profesionales, quienes las utilizan en sus actuaciones en directo en combinación con el resto de aparatos e instrumentos que componen su equipo habitual. (Continuar leyendo…).

Estos Centros de Producción Musical se mencionan sencilla y brevemente en el título MPC de Akai y Maschine de NI contenido en el capítulo 4, “Dispositivos MIDI”, dentro del tema 3 “MIDI”.

Puedes acceder al capítulo haciendo un [Clic] en los enlaces aquí contenidos o, si lo prefieres y siempre que quieras, desde la página ‘El equipo digital’ > ‘Dispositivos controladores’ > ‘MPC de Akai y Maschine de NI’.