De vuelta…

Se hace difícil comenzar de nuevo después de tanto tiempo y regresar a la rutina de lo normal. Ha pasado más de año y medio. No por voluntad propia…

En estos paréntesis forzados por el destino el cuerpo se acomoda y la mente se acostumbra a divagar somnolienta y abstraída. A lo lejos, en el horizonte, difuminado y descolorido, apenas un esbozo de todo lo que se sabe que queda por hacer. Promesas y temas pendientes. Compromisos.

Pero, sea o no el momento, ya es hora de ponerse manos a la obra, priorizar, concretar y continuar agregando contenidos a Musicalecer.

Sí que cuesta volver.

Poco a poco…

¡Un saludo para todos!

Contratiempos

Uno tiene sus proyectos y sus plazos —éstos, en mi caso y si he de ser sincero,  autoimpuestos—. Sus planes perfectos. Pero nunca se puede planificar todo.

Es cierto que caben holguras, cambios, sustituciones y multitud de «y si…, entonces…».  Pero es imposible incluir ese artífice juguetón y escurridizo, casi etéreo, que es el azar. Y en general, cuando se trata de planes, proyectos y plazos, este es relevante cuando se nos presenta en forma de infortunio. ¡Nadie se queja de la suerte favorable!

Cuando la sucesión de contratiempos se acumula se convierten en una pesada carga que puede llegar a afectar el ánimo. Lo hace, sí. Pero unas pocas palabras de apoyo o un sencillo gracias consiguen que uno coja aire de nuevo y continúe con sus «cosas». Hasta que rompes la mano, claro. ¡La derecha!

Paciencia. ¡Cuántas veces he escuchado esta palabra este mes! Pues eso os pido. Queda mucho por hacer aún, lo sé. Y lo haré. Es una promesa ¡hecha con paciencia!

Un saludo para todos los que me habéis animado en otras ocasiones y animáis ahora también. ¡Que porras! ¡Un saludo para todos!

MUSICALIA

MUSICALIA es una nueva página, un muevo menú dentro de Musicalecer que, a su vez se divide en «La música«, «Cancionero» y «Partituras«.

Hace mucho tiempo que quería hacerlo. De hecho, en mi PC tengo una carpeta que se llama así desde el año 1997 y en ella guardo canciones, partituras y unos pequeños manuales o guías de introducción a la música que he ido confeccionando a lo largo de todo este tiempo. Me sentía obligado a reflejarla, también, en este sitio. Musicalecer, en primer lugar, y WordPress, en segundo, tenían derecho a ello.

¿Qué es Musicalia? Un modo de referirse al mundo de la música acuñado por nuestro ilustre pensador D. José Ortega y Gasset.

Aparece por primera vez en una publicación llamada «El Sol», un folleto o panfleto de la época, allá por el año 1921. Más tarde se incluye en una obra mayor, «El espectador» y, a mis manos, llegó en forma de otra obra llamada «Notas», que recopila escritos cortos de distinta temática. Puedes leerla aquí, en la página de presentación de «Musicalia«.

He tenido que reorganizar algún que otro menú, con todo el esfuerzo que conlleva; pero ha valido la pena.

Musicalia recopila canciones, partituras y manuales, muy breves, de introducción a la música. A día hoy, cuenta con una sola publicación, el «Ave María de Schubert»; pero cada poco tiempo iré incluyendo nuevas entradas de las que iré informando puntualmente.

Gracias a los que me siguen. ¡Cuánto influyen en el ánimo cuando éste es escaso! En especial a Javier Trejo y a Don Charisma que, recientemente, comenzaron a seguirme. No sé si fruto del azar o porque estaban buscando algo concreto que yo ofrecía; da igual. Muchas gracias.

 

Normalizar audio: La normalización y el normalizador

La normalización – Normalizar audio

La normalización es un proceso dinámico atípico, muy distinto a la compresión, la limitación, la expansión o la reducción de ruido:

  • No reduce el rango dinámico relativo de la señal de audio.
  • No se aplica en “tiempo real”, o en el momento, sino que es un proceso que se realiza “a posteriori”, sobre el material previamente grabado.

El normalizador es un aparato que se engloba dentro de la categoría de procesadores de dinámica.

  • Analiza la señal objetivo, detecta su pico de volumen más alto y aumenta su ganancia hasta el máximo nivel posible sin que distorsione.
  • Con la misma proporción aumenta el nivel del resto de la señal.
  • La señal, en general, sonará con un mayor volumen.

Puedes acceder directamente haciendo un [Clic] en los enlaces aquí contenidos o, si lo prefieres y siempre que quieras, en ‘El equipo digital’ > ‘Aparatos e instrumentos’ > ‘Normalizador’.

El menú “Apéndices > La dinámica > La normalización” amplía la información sobre este tema.

La expansión

La expansión es un proceso para modificar el rango dinámico de una señal de audio.

Es como el opuesto a la compresión porque lo que hace es elevar, en una proporción determinada, la ganancia de las partes más débiles de una señal que quedan por debajo de un nivel prefijado o umbral.

El proceso consigue lo siguiente:

  • Aumenta el nivel de intensidad de las partes más suaves de la señal para que se escuchen mejor.
  • Acorta la diferencia entre las partes suaves y las fuertes de la señal, pero desde abajo (el compresor actúa “desde arriba” atenuando las partes fuertes).

Se utiliza un aparato, denominado expansor (expander).

Ver el artículo completo en “Apéndices > La dinámica > La expansión”.

Por cierto…

¡Felicidades, Moncho!

La reducción de ruido

La reducción de ruido es un proceso dinámico que atenúa o elimina cualquier señal de audio que no alcance un nivel de intensidad determinado o umbral.

Obtenemos varios resultados interesantes:

  • Eliminamos cualquier ruido que se pueda colar a través de los micrófonos mientras el cantante o intérprete no está cantando o tocando.
  • El sonido resultante aparenta sonar más limpio puesto que en los silencios no escucharemos nada.

Se utiliza un aparato, denominado reductor de ruido, puerta de ruido o noise gate.

Su funcionamiento es muy similar a un compresor pero, en este caso, el nivel prefijado de umbral actúa como un límite inferior; es decir, la puerta de ruido sólo dejará pasar los sonidos cuya intensidad supera dicho límite y reduce o corta los que no lo alcanzan.

Ver el artículo completo en “Apéndices > La dinámica > La reducción de ruido”.

La limitación

La limitación es otro de los procesos que afectan al rango dinámico de una señal de audio.

En este caso, consiste en eliminar los picos de una señal que exceden de un nivel fijo que habremos predeterminado o umbral.

Se utiliza un aparato denominado limitador. Es muy similar al compresor, de hecho, podemos entenderlo como un compresor que aplica, por defecto, un ratio muy alto o infinito a esos picos “disparados”.

Ver el artículo completo en «Apéndices > La dinámica > La limitación«.

La ecualización

La ecualización es el modo de ajustar los niveles de intensidad o volumen de las diferentes frecuencias que integran una señal de audio para igualarlas y conseguir una escucha placentera, armoniosa y lineal.

Es decir, trata de compensar las carencias o deficiencias de nuestro sistema auditivo, insistiendo principalmente en los extremos del espectro con la finalidad de igualar la percepción sonora en todo el espectro y obtener una sensación auditiva lineal o plana.

El apéndice “La ecualización” está dedicado por completo a este proceso: concepto, tipos, métodos de aplicación, etcétera.

La compresión

La compresión es un proceso que se utiliza para reducir el rango dinámico de una señal de audio.

Es fundamental comprimir el sonido para la producción musical:

  • El sonido resultante suena más equilibrado y compensado, no hay tanta diferencia entre las partes suaves y las fuertes de la señal.
  • Ganamos espacio de “headroom” y podemos subir el volumen general de la señal un poco más sin “tocar techo”.
  • Permitirá integrar la señal con mayor facilidad y claridad en la mezcla general.

No debemos confundirla con la compresión que se realiza para crear archivos de audio más pequeños. (Ver el tema ‘El sonido > Formatos de audio digital’).

El apéndice ‘La compresión’, incluido dentro del apartado dedicado a la dinámica, trata con detalle este proceso: concepto, tipos, métodos de aplicación, etcétera.

La dinámica del sonido

El apéndice “La dinámica > Introducción” introduce el concepto de la dinámica del sonido.

La dinámica forma parte de la música como las notas, la duración o el tiempo. Muchos términos y signos la cuantifican: pianísimo, piano, medio fuerte, fuerte, fortísimo, crescendo, diminuendo,…; ppp, p, mp, mf, f, fff, <, >,…

Una vez definida y entendida, se destaca la importancia que tiene el hecho de controlarla para la producción musical.

Dentro de los procesos de audio que afectan a la dinámica y nos permiten controlarla veremos los siguientes: